En voz baja, anhelo mío, te voy acostumbrando. Tú y tú, sí, reina maga, en tiempos de difícil tiempo y tus gustos; yo, tan fuera y tan dentro, con esta normalidad que no me creo y esa paz que vincula, tiende y ataca… Allí donde voy posando, se te ve, se te oye, se te confirma, y critica… ¡Qué incauto!, ¡qué sosiego íntimo de tu cielo en ruinas! Descansa, descansa, no me lleves por favor. De la nada a la nada somos nuestros equipajes. Estaré generosamente alerta por el viento entre mis pasos… y las consecuencias que eso podría tener; a veces vibras radicalmente. Lo que pisaría, sí, en cierto lugar ¡qué carácter!, ¡qué extraño!
Si no millones, muchos miles de habitaciones cerradas había como esas. Vivían con ese rencor, más bien dolor. Se llegaron…
Quedaría el olor del tiempo pasándoles la vida como un raro espejismo. Negro porque estaba desnuda, porque lo hacía como…
Venía de ser un testigo mudo. Muerte, resurrección y muerte. Sin tabaco, que era de una generación sin humo. Parte…
Para el hombre sin rostro no era un detalle menor. Tratar de entender la conducta de ese ser humano le…
En mala ilusión cabía la paz, y eso que no pretendía volver a ser lo que era. Enfermo del cuerpo…
Nadie elegía su propio destino, ni donde descansaban las flores. El desasosiego de nuestro tiempo los hacía caminar como gatos…