-En enero se mata mejor, pero hoy no quiero matar a nadie- dijo la malnacida en busca de un poco de paz, con sed de mar, cual marino que perdió la gracia del mar.
-No puedo hacer de niñera de una mujer madura -le contestó con la calma luchada, empezando su avasallador carrusel.
En fin, el amor y lo que no era amor: ese secreto que los ojos no sabían guardar.
Después de malgastar su tiempo en quehaceres despreciables se volvieron a encontrar. Nunca les gustaron las armas, pareciéndoles vulgares. Su trabajo…
Si no millones, muchos miles de habitaciones cerradas había como esas. Vivían con ese rencor, más bien dolor. Se llegaron…
Quedaría el olor del tiempo pasándoles la vida como un raro espejismo. Negro porque estaba desnuda, porque lo hacía como…
Venía de ser un testigo mudo. Muerte, resurrección y muerte. Sin tabaco, que era de una generación sin humo. Parte…
Para el hombre sin rostro no era un detalle menor. Tratar de entender la conducta de ese ser humano le…
En mala ilusión cabía la paz, y eso que no pretendía volver a ser lo que era. Enfermo del cuerpo…