No le habría gustado que fuera así, porque estaba cansado de fracasos y el ceño se le fruncía, pero al salir a la terraza que se abría a la furiosa inmensidad del mar abierto, se sintió casi feliz, muy satisfecho de haber aceptado un riesgo infinitamente mayor, dejando la identidad alojada en el bolsillo de la americana y la relevancia de su trabajo casi que en la papelera de reciclaje del ordenador portátil y el último botón de la imperturbable camisa. Una ironía que desembocó en una sonrisa melancólica.
Cualquiera diría que lo estaba deseando.
Si no millones, muchos miles de habitaciones cerradas había como esas. Vivían con ese rencor, más bien dolor. Se llegaron…
Quedaría el olor del tiempo pasándoles la vida como un raro espejismo. Negro porque estaba desnuda, porque lo hacía como…
Venía de ser un testigo mudo. Muerte, resurrección y muerte. Sin tabaco, que era de una generación sin humo. Parte…
Para el hombre sin rostro no era un detalle menor. Tratar de entender la conducta de ese ser humano le…
En mala ilusión cabía la paz, y eso que no pretendía volver a ser lo que era. Enfermo del cuerpo…
Nadie elegía su propio destino, ni donde descansaban las flores. El desasosiego de nuestro tiempo los hacía caminar como gatos…