Categories: Extraños (Blog)

Perder el olfato y sentir la distancia

Una gélida mañana salió a dar un paseo, leyó el periódico y se fue al puente. Mientras, el perro no paraba de gemir y olisquearla, como si hubiera perdido el olfato y sintiera de nuevo las distancias. Antes, ella había vaciado el cubo de la basura.

No dejó ni la propaganda del buzón postal, en ese día amarillo pálido sin remitente tirando a grisáceo claro. Lo más parecido a un juego malabarístico. Llegó a bajar las persianas, dejando apenas una sutilísima franja de luz por cada habitación. El perro, no obstante, sentía algo más que el tedio de la vida doméstica. Un cánido acostumbrado a la belleza de ese rostro, al que le costó responder, achuchado, teniendo que ir a buscar la cintita marrón por cuando se le salió de la melena a su dueña y señora.

Un día de pieles tersas. El niño se había ido de colonias; lo había subido al autobús casi que con todo. El hecho de hacer el equipaje en plena noche, tras dejarlo cómplicemente, con velas encendidas y restos de comida por doquier, ya barruntaba mudanza. Además de lo marrón de las margaritas azules, que también acabaron en la basura ese día circular. Lo cierto es que volvía a ser ella por mucho que el perro no quisiera; sentía ese pulso casi irrefrenable. Necesitaba otra ciudad, otro mar. Otro niño… Cuatro de seis que llevaban el par de dos.

 

 

Pedro Belmonte Tortosa

Share
Published by
Pedro Belmonte Tortosa
Tags: día circularirse de coloniasotro niñoperder el olfatosentir la distanciavida doméstica

Recent Posts

La habitación cerrada

Si no millones, muchos miles de habitaciones cerradas había como esas. Vivían con ese rencor, más bien dolor. Se llegaron…

5 días ago

La mujer que leía en negro

Quedaría el olor del tiempo pasándoles la vida como un raro espejismo. Negro porque estaba desnuda, porque lo hacía como…

2 semanas ago

Un cuerpo para el pecado

Venía de ser un testigo mudo. Muerte, resurrección y muerte. Sin tabaco, que era de una generación sin humo. Parte…

3 semanas ago

Cara de susto

Para el hombre sin rostro no era un detalle menor. Tratar de entender la conducta de ese ser humano le…

4 semanas ago

La gente de las ventanas de enfrente

En mala ilusión cabía la paz, y eso que no pretendía volver a ser lo que era. Enfermo del cuerpo…

1 mes ago

Gánate mi perdón

Nadie elegía su propio destino, ni donde descansaban las flores. El desasosiego de nuestro tiempo los hacía caminar como gatos…

1 mes ago