Categories: Extraños (Blog)

Y siempre, dondequiera que llores

Y siempre, dondequiera que llores,

estaré ahí, contigo. Mirando y sin mirar,

como aquella primera vez, que te creías grande,

pequeñita mía.

Y te haré caso, seguiré siendo una exploradora;

contigo y sin ti, creciendo y creciendo,

y ajustando las decisiones.

Nuestro mundo era menos complejo:

nos perdíamos debajo de la cama,

te metías bajo el fregadero,

detrás del sillón…

y ni siquiera tenía que encontrarte,

te dejabas ver, renacuaja,

aquí y allá, sonriendo…

sonriendo…

Le diré a papá que se apunte,

tenemos que animarlo,

y le moveré el sillón tal que estuvieras ahí,

chiquitita.

Tú y la realidad cercana. Pequeña.

Y buscaremos cohetes en el espacio… ¡tú ayúdame!,

que seguimos juntas mi vida.

¡Ah!, no me olvido de Sophie:

le sigue gustando sentarse a ver llover.

Tu gatita y papá también son héroes que miran a los ojos de los dioses.

Cuídate mi vida… que tenías razón. Toda la razón…

Era cierto, escuchaste bien: “Estaba amaneciendo,

pero la vida nos estaba ofreciendo un comienzo diferente” mi vida.

No te me pierdas guapa… Que yo te crezco. Siempre serás mi mujercita.

Dondequiera que llores estaré yo.

 

 

Pedro Belmonte Tortosa

Share
Published by
Pedro Belmonte Tortosa
Tags: chiquititami vidapequeñita míarenacuaja

Recent Posts

La habitación cerrada

Si no millones, muchos miles de habitaciones cerradas había como esas. Vivían con ese rencor, más bien dolor. Se llegaron…

4 días ago

La mujer que leía en negro

Quedaría el olor del tiempo pasándoles la vida como un raro espejismo. Negro porque estaba desnuda, porque lo hacía como…

2 semanas ago

Un cuerpo para el pecado

Venía de ser un testigo mudo. Muerte, resurrección y muerte. Sin tabaco, que era de una generación sin humo. Parte…

3 semanas ago

Cara de susto

Para el hombre sin rostro no era un detalle menor. Tratar de entender la conducta de ese ser humano le…

4 semanas ago

La gente de las ventanas de enfrente

En mala ilusión cabía la paz, y eso que no pretendía volver a ser lo que era. Enfermo del cuerpo…

1 mes ago

Gánate mi perdón

Nadie elegía su propio destino, ni donde descansaban las flores. El desasosiego de nuestro tiempo los hacía caminar como gatos…

1 mes ago