Categories: Extraños (Blog)

…pero la vida me cansa

-No es que piense en la muerte, pero la vida me cansa. Será tan solo unos días, horas… Buscaba una vida -se encogió de hombros.

-Sí que tiene sueño, sí -se puso de perfil el de seguridad, entre muebles recios, oscuros y solemnes, apartado igualmente en ese semisótano- debe descansar; extraña.

-Creía que, si lograba entrar, permanecer, la vida cambiaría -se justificó el señor Griffin, siempre señor para esos guardianes.

-Opte por la rutina habitual y por una tetera a fuego lento -le planteó- y todo le será circunstancial. Este dolor, su dolor, también es el dolor de mi hogar. Subamos, el miedo de las cosas al caer nos puede delatar.

En cierto modo, los libros llegaron a tomar un camino alternativo, como si de la piel del cielo se tratase.

-Le debo un par de billetes, y ni usted ni yo guardaremos relación con el incidente señor Berger.

-Que sean tres. A todos nos gusta ganar, señor Griffin. Y nadie sabrá.

Hay momentos en los que uno siente asco por la especie humana, consideró para sí el bibliotecario, aunque lo que para unos era basura para otros era enfermedad, y de la buena.

 

Mary McCarthy

PEBELTOR

 

 

Pedro Belmonte Tortosa

Share
Published by
Pedro Belmonte Tortosa
Tags: la piel del cieloSr. Griffinun par de billetes

Recent Posts

La mujer que leía en negro

Quedaría el olor del tiempo pasándoles la vida como un raro espejismo. Negro porque estaba desnuda, porque lo hacía como…

4 días ago

Un cuerpo para el pecado

Venía de ser un testigo mudo. Muerte, resurrección y muerte. Sin tabaco, que era de una generación sin humo. Parte…

2 semanas ago

Cara de susto

Para el hombre sin rostro no era un detalle menor. Tratar de entender la conducta de ese ser humano le…

3 semanas ago

La gente de las ventanas de enfrente

En mala ilusión cabía la paz, y eso que no pretendía volver a ser lo que era. Enfermo del cuerpo…

4 semanas ago

Gánate mi perdón

Nadie elegía su propio destino, ni donde descansaban las flores. El desasosiego de nuestro tiempo los hacía caminar como gatos…

1 mes ago

No era paz, era silencio

La primera vez que le seguí se llegó hasta un extraño lugar de su calle, al comienzo de la parte…

1 mes ago