Con calma aparente, ese padre intentaba congeniar con su hija, pero se le revolvía la jovencita:
-Sí papá, como dice mamá ´nunca discutas con una mujer, ellas son capaces de recodar cosas que aún no han pasado´.
-Oye, ¡por favor! No me seas ni hagas caricatura de nadie… ¿Vale?- la regañó.
Se quedó Giacinta como la novia de un espantapájaros, pero él hizo que volviera a ser su dama blanca…
Extracto del libro Grecas y Lunares. Disponible en Amazon.
Para los niños, pequeños y mayores.
La noche afuera continúa para todos,
que no ese lugar donde cerrar los ojos,
las ventanas y las palabras.
Guerras y más guerras.
Si no millones, muchos miles de habitaciones cerradas había como esas. Vivían con ese rencor, más bien dolor. Se llegaron…
Quedaría el olor del tiempo pasándoles la vida como un raro espejismo. Negro porque estaba desnuda, porque lo hacía como…
Venía de ser un testigo mudo. Muerte, resurrección y muerte. Sin tabaco, que era de una generación sin humo. Parte…
Para el hombre sin rostro no era un detalle menor. Tratar de entender la conducta de ese ser humano le…
En mala ilusión cabía la paz, y eso que no pretendía volver a ser lo que era. Enfermo del cuerpo…
Nadie elegía su propio destino, ni donde descansaban las flores. El desasosiego de nuestro tiempo los hacía caminar como gatos…