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PEBELTOR
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Septiembre, 2023
"Si das la mano hay que mirar a los ojos".
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Difícil encontrar tanta ternura y perversión,
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Semejante acumulación de silencio pudo ser la antesala del desastre.
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Ignorancia y miedo
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En la Base se les intentaba inculcar a esos chicos una disciplina que ordenase sus vidas y les diera oportunidades, y al margen de las apuestas, en su mayoría lo conseguían, y eso que su mayor miedo no era no encajar, sino usar su fuerza de modo desmesurado, algo que inconscientemente hacían al librarse de su propio miedo, tiempo antes …
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Que los dioses nos conserven los sueños, incluso cuando sean imposibles,
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y nos concedan buenos sueños.
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De esos hombres que dicen amor como si hablaran de su miedo a una soledad insoportable,
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habiendo mujeres que querían creerles.
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El último silencio
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En la oscuridad la luz eran las ideas, y en el día a día, por el humo se sabía dónde estaba el fuego. Un Dios salvaje, sin discurso beligerante y con razón, esgrimiría que, cuando se apuntaba había que disparar. Usted es el cuchillo y nosotros somos la carne, le dijo la novia a quien los iba a casar. Ese …
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La razón de lo vulgar
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Voces calladas con mucho que contar...
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al final todos necesitamos que alguien nos escuche.
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“De absoluta igualdad estamos lejos,
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aunque se van dando pasos y se va mejorando,
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La partida no está jugada hasta que no sale la última carta:
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Te tienes que identificar con lo que llevas,
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La única manera de no ser una mujer casada en tal lugar era ser rica.
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Una postal de despecho contenido.
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Pobreza real, y de las otras:
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Se es de donde se quiere ser,
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y se pertenece a quienes se desea pertenecer.
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El grado de civilización de una sociedad podía medirse observando a sus presos,
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Solo el arte podía intentar
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devolver el sentido a las cosas.
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Cubrir ese vacío existencial es lo que un escritor pretende,
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una obra literaria en la que besar siempre pareció más íntimo que follar.
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Habiendo personas que vivían solo para que otros tuvieran
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un lugar adonde volver siempre.
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Y no te olvides que el diablo siempre se lleva de vuelta sus regalos.
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