Se tiende al origen porque ese capital relacional, a pesar de ser una forma de entender la vida, no siendo mejor o peor en su capacidad de respuesta da soluciones y tiende la mano con esos versos sencillos: dentros, afueras, de altos y bajos soberanos sabiéndose mucho; también hartos e impetuosos deseando crear su propia versión diciéndose con el dolor y la pena –bésame el culo-, cantautores sinceros, plenos de temores y requiebros. Lo otro es ser extraños.

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