Quiero enamorarme: quizás debería de haberse titulado así el compendio. En lugar de ello, lo traduje al sufrir de No tiene ningún sentido, manteniendo lo que vendría a ser una relación estable, que por estresante eleva todos los niveles separada y cecanamente. Ahora bien, no deja de ser un experimento, como todo aquello que surge por sorpresa, tal que un beso robado.

Inevitablemente, ante lo convulso de reducir el compromiso al todo y la nada, todos buscamos parecernos a ese alguien que envidiamos, porque lo evidente es que estamos solos, de un modo u otro, muchas veces… ¿Se podría llegar a comprar la compañía sin menospreciarse? Ese momento en el que la estrella queda hecha pedazos, perturbando, mareando, pudiera no ser el idóneo, pero ¿cuándo si no?

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